Al inicio de la última crisis sanitaria provocada por el virus COVID19, en marzo de 2020, se hablaba de sus consecuencias y de la posibilidad real de que después de su paso, o incluso si el virus había venido para quedarse, nada sería lo mismo, tampoco en el caso del sector de la Construcción. Las consecuencias económicas son obvias(la industria retrocedió abruptamente hasta situarse en el nivel de actividad que tenía en 2012.), y el sector puede considerarse hasta cierto punto afortunado en España puesto que es de los que menos ha visto mermada su actividad. Pero más allá de estas consecuencias analizadas desde todos los ámbitos y de la que hablan detalladamente las estadísticas y noticias, nos centraremos en la ambición “constructiva”, de ver un lado positivo a lo irreparable, en las consecuencias prácticas, en el modo de continuar la actividad del sector en lo que parece ser ya un periodo PostCOVID.