La cápsula, un elemento esencial del packaging según Adriana Laucirica - Rivercap

La cápsula, un elemento esencial del packaging según Adriana Laucirica

Cuando se descorcha un vino, comienza un ritual en el que se honra a la botella y a su contenido como si de una ofrenda sagrada se tratase.

Los grandes amantes de los vinos le otorgan la importancia que tiene, no solo en el ritual de apertura, sino como una pieza clave a la hora de proteger e identificar la esencia de sus vinos.

Tres elementos sirven para identificar una botella de vino: su forma (alsaciana, bordelesa, …), su etiqueta y su cápsula.

La cápsula, es el primer componente con el que entramos en contacto al abrir un vino. Y si pensamos en el por qué de la misma, rápidamente se advierte su valía:

Adriana Laucirica, enóloga de Bodegas y Viñedos Tobelos, a la sombra de la Sierra Cantabria, repasa la importancia que tiene para la bodega el uso de la cápsula, desde ser un elemento fundamental en la higiene de un buen vino hasta convertirse en un elemento imprescindible de comunicación para transmitir el alma de los mismos.

Un papel protector

Antes de ser descorchada, una botella pasa por una multitud de manos, desde el productor hasta el consumidor final. Por ello, la cápsula desempeña un papel esencial en términos de higiene y seguridad alimentaria como complemento del corcho, que no es totalmente hermético.  “La cápsula protege al corcho y el corcho es lo que está en contacto con el vino y también está en contacto con el exterior. El vino viaja, está en lineales, en barcos, en aviones y, al final, hay una acumulación de polvo sobre el tapón.”, subraya Adriana. Siendo un elemento protector en todo momento desde su embotellado y transporte, hasta su almacenamiento futuro en restauración o lineales.

Un elemento de identificación

En un restaurante, por ejemplo, donde las botellas se alinean tumbadas, la cápsula es el único recurso a la vista para identificar un vino.

Los colores originales y la personalización en la cabeza, así como el material, pueden hacer resaltar tu botella frente a la de los competidores. Además, utilizado de la forma correcta, es un soporte de comunicación de cara al consumidor, por ejemplo, incluyendo el logo o marca de tu vino en la cabeza.  Adriana Laucirica lo tiene claro: “La cápsula es otro elemento del vestido de la botella muy visible. Es el único además observable cuando las botellas están tumbadas. Cuando tú las encuentras en un restaurante o las encuentras en un lineal y están tumbadas, es el único elemento con el que puedes diferenciar la marca de ese vino.”

El packaging, un elemento clave de comunicación  

Un vino no es solo lo que hay dentro. Una botella va vestida con varios elementos que le aportan credibilidad, presencia e historia.  “El aspecto estético de una botella de vino es casi tan importante como lo que va dentro, porque al final el consumidor que no conoce el producto se va a dejar guiar por el envoltorio, por la vestimenta. A parte de atraer a ese cliente, tenemos que transmitir lo que hay dentro. Todo tiene que ir relacionado. Toda su vestimenta, cápsula, etiqueta, botella, tiene que ir en conjunción con lo que va dentro”, añade Adriana.

Una barrera de seguridad

Por último, la cápsula representa una interesante defensa para los productores y los consumidores contra uno de los peligros a los que se enfrenta la industria: la falsificación, un fenómeno preocupante en un mercado que ha sido testigo de numerosas problemáticas en los últimos años. Las cápsulas constituyen una barrera adicional contra las reproducciones fraudulentas, gracias a la utilización de diferentes materiales y técnicas decorativas personalizadas. En términos generales, la cápsula es un sello de inviolabilidad: garantiza que nadie pueda alterar la calidad del néctar divino. Como afirma Laucirica, “Otro elemento importante en cuanto a la cápsula es preservar la autenticidad de la botella. Nosotros en concreto loteamos en cápsula por lo que sabemos que es nuestro vino. Al final va con nuestro lote impreso en nuestra cápsula, entonces también es una medida de seguridad a la hora de los plagios”. En resumen, además de realzar la botella de vino, la cápsula preserva lo que hay dentro.