El 8 de diciembre marca una nueva etapa para el sector del vino que transformará la forma de relacionarse e informar a los consumidores.
En esa fecha entra en vigor el nuevo Reglamento (UE) 2021/2117 de la Unión Europea, que modifica las normas de etiquetado de los vinos y obliga a informar de los ingredientes y la tabla nutricional del vino, para garantizar la seguridad alimentaria y el derecho a la información de los ciudadanos. Ante este cambio, la aplicación de códigos QR estandarizados, como ESCAN QR, será el principal aliado del sector.
Ante la dificultad para incluir toda la información requerida en una etiqueta física, el reglamento europeo permite incluir parte del contenido obligatorio en soluciones digitales, como por ejemplo, un código QR visible y legible en la etiqueta. Ante este nuevo marco normativo, la aplicación de QR estandarizados garantiza el cumplimento normativo sin tener que redimensionar la etiquetas para incluir toda la información.
Los estudios de mercado dibujan a un consumidor cada vez más preocupado por cuestiones como la salud o la protección del medio ambiente. Ante esta evolución de los hábitos de consumo, la aplicación de los códigos QR permite a las empresas aportar a los consumidores información relevante y de valor de todo tipo, ya sea de temas sobre sostenibilidad, procesos de reciclado de los envases u origen de los ingredientes utilizados.
El uso de los códigos QR, abre las puertas al mundo digital, donde las opciones para ofrecer información relevante a los consumidores son infinitas. Su aplicación no solo garantiza la transparencia y el cumplimento normativo, sino que habilita a las empresas para generar todo tipo de contenidos y actualizarlos tantas veces como consideren, ya sea para mejorar la comunicación con los consumidores o para cumplir con nuevas regulaciones que puedan aprobarse en los próximos años. Además, las primeras experiencias indican que la aplicación de códigos QR en el etiquetado incrementa la valoración de los consumidores sobre los productos que los llevan.
AECOC ESCAN QR: la herramienta para cumplir la normativa del vino de la forma más sencilla y rápida
Para ayudar a los productores de vino a cumplir con la regulación europea, AECOC ha lanzado AECOC ESCAN QR, la herramienta más rápida y sencilla que, además, garantiza la estandarización de los productos.
El servicio genera a las bodegas etiquetas digitales y códigos QR específicos para garantizar el cumplimiento normativo. Son etiquetas digitales con aspecto neutro y sin contenido de marketing, que incorporan la información obligatoria de la regulación.
Además, para ayudar a las bodegas en todo el proceso de implementación, el servicio incluye un acompañamiento personalizado a cada Bodega para ayudarla en todo lo que pueda necesitar, como, por ejemplo, soporte en la carga de la información o formación para indicar la lista de ingredientes tal y como marca la regulación.
Una nueva generación de códigos de barra
Con la entrada en vigor de la nueva normativa, a partir del próximo 8 de diciembre, los códigos QR serán cada vez más visibles en las botellas de vino de los lineales de bodegas y supermercados. Con este paso, el sector será pionero en la aplicación de la nueva generación de códigos de barra, que en los próximos años se extenderá al conjunto de los productos de gran consumo.
Con la extensión de la tecnología y la adaptación de los lectores de códigos en los puntos de venta, los QR estandarizados no solo aportarán más información a los consumidores y más posibilidades de comunicación a las empresas, sino que se utilizarán en el paso por caja, tal y como sucede hoy en día con los códigos de barra.
Esto no solo supone un cambio en el proceso, sino que conlleva mejoras con impacto tanto en las tiendas como en los consumidores. Las primeras experiencias con códigos QR estandarizados muestran una mayor eficiencia del stock en tienda, una mejora en la trazabilidad de los productos a lo largo de toda la cadena y también abren la puerta a nuevas formas de gestión de los productos que suponen avances relevantes en cuestiones tan importantes como la seguridad alimentaria. Así, por ejemplo, ante un producto en mal estado, las tiendas podrán retirar de circulación únicamente los lotes afectados en segundos con una simple lectura del código. Incluso en el caso de que alguno de estos productos llegara al paso por caja, en la lectura del QR saltaría una alerta para avisar sobre retirada.
Con la aplicación de los códigos QR estandarizados, el sector del vino no solo aumenta su transparencia ante los consumidores, sino que también anticipa el futuro del sector del gran consumo.